Calentón
Cuando dos personas tienen una discusión calentita sobre un tema, pueden pasar tres cosas:
Uno de los dos está equivocado. De momento cada uno está seguro de que la otra persona es la que está equivocada.
Ninguno de los dos está equivocado. Están discutiendo sobre algo en lo que el bien y el mal son relativos, basados en la perspectiva.
O, tal vez...
Los dos están equivocados.
La cosa es que nuestra certeza es lo que hace que las discusiones acaloradas sean acaloradas. Dado que es muy poco probable que siempre tengamos razón y que los otros siempre se equivoquen, igual vale la pena evitar la parte caliente de la conversación.
Antes de empezar a trabajar en lo que no se está de acuerdo, lo mejor es que cada uno trabaje en rebajar el calentón.