Por qué nunca deberías llegar tarde
No llegues nunca tarde a una reunión, si vas a llegar tarde, aunque sea por 10 minutos, y lo sabes, suspéndela, no permitas que te esperen más de 10 minutos.
¿Sabes por qué?
Porque por algún proceso psicológico, la persona que espera tiende, durante la espera, a recordar los defectos de quien está haciéndole esperar.