¿Cómo hablar con un diseñador?
La mayoría de nosotros queremos tener buena imagen en Internet, necesitamos un sitio web, o un logotipo. Cada vez más personas y organizaciones descubren que necesitan contratar a un profesional.
Todo se reduce a hacer los deberes. Sé claro contigo mismo antes de gastarte un céntimo o un minuto con un diseñador. Esta complicada conversación interna te ahorrará un sinfín de frustraciones y disgustos más adelante.
Aquí hay cuatro actitudes a tener en cuenta a la hora de trabajar con un buen (o gran) diseñador:
1.- Sé lo que quiero. Aporta tu visión. Lleva tu carpeta de tipos de letra, imágenes y textos. Sé muy, muy específico. Cuanto más lo plasmes y esboces, más probable será que consigas exactamente lo que esperas.
2.- No estoy seguro, pero sé con qué rima. Haz un álbum. Busca ejemplos de otros sectores. ¿Quieres que tu sitio web se parezca a uno de Apple o a un sitio de libros de dietas? No le digas al diseñador lo que tiene que hacer, pero ten muy claro lo que quieres que le transmita a la gente. La originalidad no es el objetivo principal del diseño, sino la eficacia.
3.- No soy diseñador, pero entiendo el cambio de sentimiento que pretendo. ¿Quieres que este trabajo aumente la confianza? ¿El deseo? ¿La autoestima? ¿La urgencia? ¿Para quién es? ¿Para qué? Si puedes tener muy claro para qué es el trabajo, contrata a alguien en quien confíes y dale libertad para encontrar la forma de provocar ese cambio.
4.- Lo sabré cuando lo vea. No hagas esto a menos que tengas mucho dinero y mucho tiempo (y un diseñador muy paciente). Demandar telepatía es para aficionados.