Vanidad vs. Ego
No siempre el ego es algo malo. Tener una alta autoestima, querer hacer un buen trabajo, confianza en uno mismo, tener ganas de “bailar con nuestros miedos“, son un estímulo si se usan bien.
La vanidad nos impide atender a la crítica útil. nos hace ciegos a los inputs que pueden conseguir que hagamos un mejor trabajo. La vanidad es, como todos sabemos, un síntoma de miedo y debilidad.
El ego, sin embargo, nos hace desear aprender más, tengamos la edad que tengamos. Nos anima a conectar con el entorno y estudiar qué es lo que hace falta para que el proyecto verdaderamente triunfe.
El Ego no es el enemigo, la Vanidad lo es.