Te gustaría llegar a más gente, y la mayoría de la gente no lee. Pero si vas a escribir, la única opción que tienes es llegar a personas que decidan comprometerse contigo.

Desconfía de la gente que predice el futuro a más de 20 años.

No pides trabajo. No recibes un sueldo. Nadie te contrata.

Alardear de cuántos votos has conseguido o cuál es tu cargo es una forma idiota de pensar en ello.

Comentaba ayer con un amigo que me preguntaba respecto a cómo podía hacer valer frente a determinadas personas su capacidad y su entrega a una causa.

Estamos siendo testigos en Extremadura de un ridículo monumental por culpa de un consejero que lo que quiere es facturar más, y ha convencido a su cliente de que tiene que escorarse a la izquierda para forzar una repetición electoral

Si no estoy intentando provocar una acción o algún otro cambio de actitud o creencia, entonces ¿para qué hago la presentación?

El asunto es que casi siempre funciona al revés.

Cuando el horizonte temporal es una hora o un día, es fácil sumergirse en la táctica.

Iba por el “Diamond District” de Manhattan y en una manzana al menos una docena de hombres me paran para preguntarme si tengo oro o diamantes para vender.

Es una palabra alemana que se traduce literalmente como "sensación de las puntas de los dedos", probablemente más fácil de entender como "percepción intuitiva".

Primero intentarán cancelar a alguien diciendo que es de la Organización del Yunque

Vivimos un momento caracterizado por la desconfianza, la incertidumbre, el trauma infligido, el cambio y la crisis provocada por el momento político. Por no mencionar el estrés y la disolución de lo que podíamos considerar nuestro refugio, nuestro trabajo de siempre, nuestra vocación o nuestros compañeros.

Los medios o periodistas de éxito (definamos "de éxito" como aquellos que pueden marcar la diferencia, establecer una conexión y posiblemente ganarse la vida) tienen cuatro elementos

¿Cómo de fácil es sustituirte?

Con 20 años que te cancelen así y te pongan a tus amigos, novia, profesores y hasta sacerdotes en contra te desarma. También te endurece y te hace más humilde. Más reservado. Pero bajo ningún concepto te hace abandonar. Estábamos organizados, conquistábamos y era muy divertido.

Bajo el reclamo de participar en una investigación sobre la memoria (en mis años de ponente en Yale pude ver el aula donde se produjo el ensayo), a los voluntarios se les pagaba 4 dólares y en realidad se les sometía a un experimento de “obediencia a la autoridad”.

Ese momento en el que tienes capacidad de negociación, que se te escucha, que por fin se te respeta.

Porque los deseos no siempre se hacen realidad, pero el deseo gasta mucho tiempo, energías y concentración.